Lunes, 13 de Junio de 2016

*Tuxpan, Jalisco, conocido como el pueblo de la fiesta eterna, cuenta con más 54 celebraciones religiosas, entre ellas, la de San Sebastián, una de las más importantes.

Hace unos días se presentó, en el Museo de Artes Populares “María Teresa Pomar” (MUAP) de la Universidad de Colima, el libro “Fe, danza y tradición; la fiesta de San Sebastián, Tuxpan”, de Víctor Mendoza, Arvin Guerrero y José González.

El evento fue amenizado por el pitero de la cuadrilla de los sonajeros Pronunciados, Pablo Bautista, quien interpretó algunos de los sones con que estos danzantes lucen su ajuar y a través de sus pisadas hacen sonar la tierra.

El libro narra, mediante imágenes acompañadas con un breve texto, una de las celebraciones más importantes de Tuxpan, conocido como el pueblo de la fiesta eterna: la de “San Sebastián”, que se realiza el 20, 21, 27 y 28 de enero y finalmente el 2 de febrero. Esta última fecha es muy singular, pues se acompaña de la celebración de la Virgen de la Candelaria. Este día llegan al templo de San Juan Bautista los feligreses acompañados de Niños Dios.

Y es precisamente esta historia la que cuentan los autores del libro, no sólo la de los días de fiesta, sino de todo el ritual con el que inicia la celebración, desde la elaboración de la indumentaria, el calzado y las comidas, hasta los ensayos.

El documento, dijo Antonio Enciso, director del MUAP, “deja un testimonio gráfico de la celebración de San Sebastián, en Tuxpan, que es una comunidad hermana de Colima, pues muchas de las tradiciones que se tienen aquí vienen de Tuxpan”.

Agregó que esta fiesta “nace a partir de un juramento que hacen los indígenas a este santo, tras una epidemia de cólera y viruela que azotó la zona; desde entonces es que se realizan estas fiestas”.

El libro, continuó, “es interesante y gráfico; rescata la esencia de las celebraciones en imágenes, sobre todo considerando que ya muchos no leen y es muy importante la parte grafica, porque nos muestra la indumentaria, las imágenes religiosas. La aportación que hacen con este libro es importante para que las expresiones del arte popular sigan vigentes en estos pueblos”.

Víctor Mendoza, autor principal del libro, dijo que éste surgió durante los tres años que trabajó para el Archivo Histórico de Tuxpan, tiempo en el cual mucha gente le preguntaba por aspectos específicos de esta fiesta, y quiso mejor plasmarla en un texto para despejar así las dudas de todos los interesados.

Dijo que a pesar de que existen varios libros sobre ésta y otras fiestas de Tuxpan, la idea con este ejemplar “fue realizar algo más visual, así que si no pueden vivir las fiestas, por lo menos pueden hacer ese viaje a través de las imágenes. Entonces, vamos a encontrar en este libro un paseo por la organización de la fiesta, porque no solamente son esos tres días, sino es todo un año de preparación”.

Arvin Guerrero, el fotógrafo, narró su experiencia en la elaboración de la fotografía documental: “hubo días en que tenía que estar tomando fotos a las tres de la mañana o a las cinco, cuando abren el templo. Ahí es cuando vives la pasión de la foto, te mimetizas, te haces uno con los danzantes, los organizadores, y siempre tienes que estar al pie del cañón, atento a los detalles para poder decirle a los lectores lo que está pasando a través de una imagen”.

Finalmente José González, editor del libro, dijo que éste es un ejemplar lleno de misticismo, pues sus colores evocan por ejemplo el color de la coaxala, coachala o cuachala, o las pañoletas que portan los sonajeros; “también, dentro del libro, van a encontrar simbología como el chaleco, la máscara del chayacate y la flecha que representa a San Sebastián”.

El libro, dijo por último, “está pensado para que el lector vaya desplazándose por sus páginas y encuentre el simbolismo y misticismo que envuelve a la fiesta”.