Lunes, 25 de Abril de 2016

*La investigación en que participó la conferencista tuvo como fin conocer la percepción que tienen los estudiantes y profesores sobre la violencia escolar, tomando en cuenta sus opiniones respecto a la seguridad con que perciben su escuela, lo que entienden por violencia, el tipo de violencia que observan, por parte de quién se ejerce violencia en las escuelas y en qué lugares se manifiestan estos comportamientos.
“Existen muchas prácticas que se han normalizado e incorporado en nuestra rutina del día a día; esto significa que acciones como golpear en la cabeza al compañero de adelante, llamarlo por su apodo o incluso hablarse utilizando palabras altisonantes, no generan algún tipo de reacción en el profesor. No se les dice nada a los estudiantes, no pasa nada, porque ante nuestros ojos como profesores, ya no nos damos cuenta de que eso es violencia”.

Esto lo dijo la profesora-investigadora Aideé Arellano Ceballos, quien como parte de la Novena Jornada de Difusión del Cuerpo Académico 67 “Sociedad, Cultura y Significación”, de la Facultad de Letras y Comunicación (FALCOM) de la Universidad de Colima dictó la conferencia: “El recreo: el espacio oculto de la violencia escolar en estudiantes de secundaria”, en instalaciones del Archivo Histórico Municipal.

La presentación deriva de un proyecto de investigación titulado “Ambientes y culturas escolares: un análisis de las estrategias de prevención de la violencia y la promoción de ambientes protectores en la educación básica de la zona occidente”, que realizó un grupo multidisciplinario de quince investigadores provenientes de cuatro universidades del país: Universidad de Colima, Universidad Autónoma de Yucatán, Universidad de Guadalajara y la Universidad de Guanajuato.

El estudio, explicó la doctora Aideé Arellano, fue de carácter descriptivo, a través de un enfoque metodológico mixto (encuestas descriptivas y entrevistas semiestructuradas) aplicadas a mil 858 alumnos y 43 profesores de 17 escuelas secundarias de cinco estados de la región occidente (Nayarit, Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco y Colima).

Tuvo como objetivo conocer la percepción que tienen los estudiantes y profesores sobre la violencia escolar, tomando en cuenta sus opiniones respecto a la seguridad con que perciben su escuela, lo que entienden por violencia, el tipo de violencia que observan, por parte de quién se ejerce violencia en las escuelas y en qué lugares se manifiestan estos comportamientos.

Entre los resultados obtenidos, dijo que el 22.2 por ciento de los alumnos de las secundarias estudiadas considera que su escuela no es segura, que para los adolescentes la violencia se manifiesta principalmente de dos formas: física (golpear, aventar, jalar el cabello) y simbólica (asociada a la descalificación y estigmatización derivada de algún aspecto físico; un ejemplo serían los apodos); que la violencia escolar se experimenta más en la relación alumno-alumno y por último, se encontró que los espacios más recurrentes en los que se manifiestan estos comportamientos son en el salón, el recreo y las canchas deportivas.

Según Arellano Ceballos, la importancia de abordar el tema de la violencia en el recreo radica en la idea de que “ahí subyacen dos escenarios”: uno es el que de manera más lógica y espontánea se asume; es decir, “el recreo como un espacio que fortalece la formación integral de los estudiantes porque es donde socializan, juegan o se desestresan” y otro es “el recreo como un espacio oculto de la violencia, el cual limita y amedrenta a quienes son víctimas de algún tipo de violencia (física, verbal o simbólica)”.

También dijo que es preocupante el hecho de que el salón de clase sea el principal espacio en el que se presenta la violencia, ya que podría creerse que ante la presencia de la figura del profesor como autoridad, las situaciones que experimentan los estudiantes respecto a la violencia, estuvieran bajo control. Sin embargo, agregó Aidé Arellano, no es así.

Finalmente, la doctora Arellano dijo que en esta ocasión sólo se abordó el tema del recreo como espacio oculto de la violencia escolar, pero que la idea del equipo multidisciplinario que realizó este proyecto de investigación es generar, con los resultados obtenidos y las áreas de oportunidad identificadas, recursos comunicativos que permitan concientizar a los actores involucrados en la problemática (padres de familia, docentes, directivos, alumnos), “porque muchas veces la violencia también viene de casa”.