Sábado, 24 de Octubre de 2015

*“Muchos piensan que el nombre Guadalupe tiene raíces indígenas, pero no es así, su nombre significa “río escondido”, porque fue ahí donde la encontraron en España”, añadió el conferencista en Noche de encaladillas.

Este semana se llevó a cabo la cuarta sesión de la segunda temporada del café literario Noche de Encaladillas, en el Museo Universitario de Artes Populares (MUAP) “Ma. Teresa Pomar” de la Universidad de Colima, con la participación de Raúl Bucio Herrera, egresado del Heroico Colegio Militar y aficionado a la investigación de la historia de México.

En su charla denominada La Conquista Espiritual en México, una visión histórica, narró cómo a través de los años, desde el descubrimiento y conquista de América, se fueron extendiendo la religión católica y sus íconos, principalmente la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Entre los aspectos más sobresalientes, destacó que la Virgen de Guadalupe originalmente se llamaba Virgen de Guadalupe de Extremadura, y que se encuentra en Cáceres, España, desde el año 1498; “es decir, muchos años antes del supuesto milagro mariano. Muchos piensan que el nombre Guadalupe tiene raíces indígenas, pero no es así, su nombre significa “río escondido”, porque fue ahí donde la encontraron en España”.

Otro dato que reveló, fue que Cristóbal Colón y Hernán Cortés eran devotos de esta virgen y fue por eso que incluso bautizaron así una de las islas que descubrieron, más de 40 años antes del milagro de la aparición de la Virgen de Guadalupe.

Asimismo, Raúl Bucio comentó que la imagen de la Virgen fue usada por los franciscanos con la intención de reemplazar el culto a la diosa Tonantzin y promover el culto a la Virgen María, colocándola en los altares de la diosa mexica.

Finalmente, aseveró que no existe ningún registro histórico de la aparición de la Virgen de Guadalupe, ya que ni los cronistas de la época como Bernal Días del Castillo, Fray Bernardino de Sahagún o el propio Obispo Zumárraga, mencionan tal acontecimiento. “Los españoles quitaron a Tláloc y pusieron a San Isidro Labrador, luego a la Tonantzin y pusieron en su lugar a la Virgen de Guadalupe de Extremadura. Se hizo una verdadera mezcolanza de las costumbres autóctonas con las religiosas”.

Estas y otras interesantes charlas, pueden escucharse y verse todos los martes a las 20:30 horas en el MUAP, dentro del café literario de Noches de Encaladillas.