
La Pinacoteca Universitaria de la Universidad de Colima inauguró este jueves por la tarde la exposición “Onírico” del reconocido pintor Ricardo Rocha, una muestra que recorre desde sus inicios -en el rigor académico y la experimentación gráfica-, hasta llegar a sus paisajes de atmósferas surrealistas donde rinde homenaje a su pareja, Guadalupe Sobarzo y a sus padres.
El acto inaugural estuvo encabezado por Juan Diego Gaytán Rodríguez, delegado del campus Colima; Claudia Morales Centeno, directora general de Museos y Acervo Cultural; Alfonso Cabrera Macedo, director de la Facultad de Arquitectura y Diseño y el estudiante Alexis Jesús Ceballos, por parte de la FEC.
En su mensaje de bienvenida, Claudia Morales agradeció la presencia del público y felicitó a quienes hicieron posible esta importante muestra. Por su parte, Alfonso Cabrera subrayó que se trata de una exposición que “habla por sí misma; es muy didáctica y no sólo deleita la vista, sino que también deja una huella de conocimiento en cada uno de nosotros”.
El académico y artista visual destacó que la obra de Ricardo Rocha (homónimo de un gran comunicador mexicano) es neosurrealista, pues convierte la caligrafía en imagen y la despoja de su función lingüística para transformarla en un elemento plástico autónomo.
“En su obra -explica-, las ventanas se vuelven marcos simbólicos, umbrales hacia escenas de gran lirismo estético, donde la arquitectura, la naturaleza y la memoria personal se entretejen. En conjunto, su lenguaje visual podría definirse como un surrealismo caligráfico y contemplativo, donde árboles, paisajes y personajes se funden en atmósferas oníricas que invitan a la introspección”.

Su trabajo, finalizó, “oscila entre la poesía visual y la memoria personal, entre lo simbólico y lo estético, ofreciendo una mirada única al surrealismo contemporáneo en clave mexicana”, señaló.
El pintor Ricardo Rocha (Ciudad de México, 1937– Comala, 2008) fue una de las figuras más singulares del arte contemporáneo mexicano. Formado en la Academia de San Carlos y con una sólida base académica, pronto se distinguió por su estilo experimental que transformó la caligrafía en imagen y desbordó los límites del arte gráfico.
En la década de los setenta fundó, junto con otros creadores, el Grupo SUMA, colectivo que llevó el arte a los espacios urbanos mediante murales, carteles y acciones en la vía pública, desafiando la tradición de los museos y las galerías. Su obra, con ecos del neosurrealismo y la poesía visual, obtuvo reconocimiento internacional, con exposiciones en España y América Latina, y le valió ser uno de los primeros integrantes del Sistema Nacional de Creadores en México.
A partir de la década de los noventa, Rocha se trasladó a Colima, donde vivió sus últimos años en Comala, junto a su compañera de vida, Guadalupe Sobarzo. En esta etapa, su trabajo adquirió un tono más introspectivo: ventanas simbólicas, paisajes oníricos y atmósferas contemplativas que fusionaban naturaleza, memoria y lirismo. Aunque su vida se tornó más silenciosa, siguió creando y exponiendo.
Dejó un legado que vincula la vanguardia del arte urbano de los setenta con una exploración estética profundamente personal y espiritual.
En nombre del rector Christian Torres Ortiz, el delegado Juan Diego Gaytán destacó que esta muestra es simbólica para la Universidad de Colima, pues rinde homenaje a uno de los artistas más importantes que radicaron en el estado y que aportó a la cultura colimense.
Finalmente, invitó al público a disfrutar de esta colección que pocas veces se tiene la oportunidad de ver reunida y que permanecerá en la sala cinco de la Pinacoteca Universitaria hasta el mes de diciembre, “como parte del compromiso institucional de preservar y difundir las manifestaciones artísticas”.
Por la Universidad de Colima, también asistieron a la exposición Jorge Martínez, coordinador general de Comunicación Social y Francisco Coello, secretario privado de la Rectoría.