Lunes, 27 de Abril de 2015

*“Felicidad es estar bien contigo mismo, con quienes están a tu lado y con el medio ambiente”, definió López de Hernández.
Para Alicia López de Hernández, directora general del Centro de Desarrollo de la Familia Universitaria (Cedefu) de la Universidad de Colima, “si un docente es feliz física, emocional y psicológicamente, lo va a transmitir a sus alumnos y ellos lo van a captar, y verán entonces en su maestro un modelo que necesitan y que les ayudará a ser mejores”.
 
Con esta visión, la también presidenta del Voluntariado Universitario impulsó la realización en Colima del 36° Congreso Internacional de Educación Preescolar y Primaria “Educación para la Felicidad”, que la casa de estudios realizó todo este fin de semana con el apoyo de la editorial argentina EDIBA.
 
Alicia López de Hernández dijo en entrevista que en las aulas no bastan el papel, el pizarrón o los lápices, que como pudo verse a través de los distintos ponentes, la educación que promueve la felicidad va más allá; es conocer cómo funciona el cerebro de los niños, como trabajan sus emociones, y promover en ellos el arte, la cultura, el movimiento, el lenguaje (tanto oral como escrito), la ciencia, las matemáticas y sobre todo la creatividad.
 
Comentó, a raíz de sus charlas con las conferencistas Claudia Donoso y Begoña Suárez, la importancia de llevar el concepto de felicidad a las aulas. En la Universidad de Harvard, dijo, hay una clase que se llama Teoría de la Felicidad y que el 20 por ciento de su alumnado toma como materia optativa, algo que bien podría hacerse en la UdeC.
 
La idea de este tipo de materias, explicó, no es sólo la parte teórica sino llevar esos conceptos a la práctica, por ejemplo mediante el movimiento, con la psicomotricidad, “para que los niños aprendan mejor con todos sus canales sensoriales, porque el movimiento, el canto y el juego, hacen que el aprendizaje sea más permanente en los niños y niñas”.
 
La educación para la felicidad, dijo también, se complementa con la búsqueda del bienestar en la comunidad universitaria contenida en el programa de Calidad de Vida que impulsa la administración del rector José Eduardo Hernández Nava. “Este programa, que es transversal, nos ayuda a que las mamás, los papás trabajadores, sus hijos, los abuelitos y los jubilados, todos formemos una gran familia y que transmitamos a todos que sí se puede ser feliz cambiando nuestros patrones de pensamiento. Ser positivos, porque como nos dicen los ponentes, hay que levantarnos dando gracias porque amaneció y salió el sol, y si no salió el sol, también la lluvia hay que agradecer. Ésa es parte de la felicidad”.
 
Para ella, felicidad “es estar bien contigo mismo, con quienes están a tu lado y con el medio ambiente. Si estamos bien con nosotros en salud, cuidándonos, haciendo ejercicio y manteniendo una alimentación sana, cuidando y atendiendo al compañero de al lado, y en armonía con el medio ambiente, entonces podremos buscar una felicidad en conjunto, una felicidad colaborativa”.
 
Por último, Alicia López de Hernández dijo que lo visto durante los tres días del congreso internacional es de gran utilidad para los docentes y para los jóvenes que ahora se están formando en las aulas como futuros maestros; “es algo que traerá beneficios al estado y a la formación de las nuevas generaciones”.
 
Agradeció a todos los que contribuyeron al logro de este evento, desde la persona que colocó los letreros o llevó el agua, hasta los organizadores y patrocinadores, y dijo que, para los interesados, la U de Colima se quedará con una copia de todas las conferencias, que se grabaron en video y que la editorial EDIBA subirá, junto con más información del congreso, a su portal electrónico (www.capacitar.ediba.com).