Jueves, 24 de Mayo de 2018

*“Los objetivos hoy deben llevarnos a ganarnos la confianza de las personas mediante una conducta ética y a impulsar un educación inclusiva para la sostenibilidad, para la construcción de un mundo mejor”: Ana Botín, presidenta de Universia.
Durante el IV Encuentro Internacional de Rectores Universia 2018, celebrado en Salamanca, España, los más de 600 rectores de 26 países asistentes, entre ellos el de la Universidad de Colima, José Eduardo Hernández Nava, compartieron su visión sobre el rol estratégico de las universidades para el desarrollo de Iberoamérica con el rey Felipe VI, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa y con Ana Botín, presidenta de Universia y de Banco Santander.

En el encuentro, que clausuró Mariano Rajoy, presidente del gobierno de España, los rectores coincidieron en que no pudo haber otro lugar mejor para reunirse a rediseñar el futuro y asumir nuevos compromisos para el rumbo de la educación superior que la Universidad de Salamanca (USAL), por el papel que ha jugado para el desarrollo de la educación superior de Iberoamérica.

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera Campos, dijo que las universidades “deben asumir el liderazgo y compromiso al frente de la sociedad dando respuestas a los retos de la demografía, del desarrollo humano y sostenible y de las tecnologías y sus efectos, tanto como al reto de disponer de medios más avanzados para entregar y desarrollar nuevo conocimiento”. Para ello se requiere, continuó el presidente, “de una nueva ética científica y renovados derechos humanos”.

En su momento, el Secretario General de la OCDE, José Ángel Gurría opinó que cada Universidad es única, pero que las claves del éxito tienen elementos comunes: transparente rendición de cuentas, gobernanza, sistemas abiertos y transparentes así como la apuesta por la innovación. “Las universidades tienen hoy un reto para trabajar de la mano con las agencias de empleo, con los sindicatos, y evitar que los estudiantes salgan y no encuentren un trabajo, así como también la fragmentación del nivel económico porque eso puede acarrear fragmentaciones en lo social, político y cultural”.

“Se trata –dijo– de conservar una educación superior e investigación relevantes para las necesidades sociales. Los costos no deberían ser un obstáculo para que los jóvenes con talento estudien hasta el más alto nivel. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura”.

Por su parte, Ana Botín, presidenta de Universia, expresó que Salamanca “ha sido desde su origen una universidad global, multidisciplinar, pionera en el reconocimiento de la diversidad. Esos valores hacen que siga siendo imprescindible para el desarrollo de la sociedad. El suyo es un contrato social que, sin embargo, debe renovarse día a día; los objetivos hoy deben llevarnos a ganarnos la confianza de las personas mediante una conducta ética y a impulsar un educación inclusiva para la sostenibilidad, para la construcción de un mundo mejor para los ciudadanos”.

Lo esencial para ella “es evitar visiones localistas y endogámicas para apostarle a la formación de individuos globales; esa es una de las potencias de la transformación universitaria a la que no debemos renunciar; es la única forma para entendernos y ayudarnos mejor. La universidad debe aspirar a la excelencia, ser una persona y una institución de excelencia no es ser exclusiva, todo lo contrario, una persona de excelencia es inclusiva, capaz de promover y contribuir a la equidad”.

El presidente de la República portuguesa, Marcelo Rebelo destacó la cohesión como una tarea importante de la Universidad, “de lo contrario –dijo– no será abierta al mundo y se alejará de los principios que la crearon, que es servir a las necesidades de la sociedad. Las universidades deben ser expertas en trabajo conjuntos, redes locales, regionales, nacionales, internacionales, mundiales”.

Destacó que la Universidad de Salamanca fue grande desde el principio “porque nació libre, universal, global, abierta. Abrirse al mundo significa comprometerse con los problemas globales. Por ejemplo, una universidad global debería sentirse responsable y asumir un compromiso con la educación de los refugiados. Vivimos en un mundo de cambio que requiere nuevos métodos, nuevos conocimientos, nuevas políticas públicas, nuevos horizontes de futuro. Educar bajo principios universales debe ser nuestra misión, así como ser promotores y formadores de paz, solidaridad y justicia”.

El rey Felipe VI señaló que la educación universitaria es de importancia vital y estratégica. Por ello, compartió, “el encuentro de rectores y la red Universia tienen un significado fundamental para el desarrollo de la región de Iberoamérica. Universia es un ejemplo en la promoción del trabajo conjunto empresa-gobierno-universidad y sociedad civil. Una verdadera apuesta por la educación debe ir por ese camino como vía para enfrentar los grandes desafíos que tenemos. Los retos del mundo digital obligan a rediseñar la educación, abrir fronteras para el acceso y generación del conocimiento y a incrementar los lazos de cooperación para ofrecer respuestas adecuadas.

En este encuentro participaron también el Secretario General Ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Jaime Valls Esponda, así como el Director General de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública, Salvador Malo.