Jueves, 23 de Noviembre de 2017

*Estos trabajos son: la distribución de lobos marinos vistos en la costa, las ballenas jorobadas, acústica de la ballena y la forma en que el ruidos de los barcos les afecta, así como enfermedades en la piel de estos mamíferos.
“Los investigadores de la Universidad de Colima debemos aprovechar el Archipiélago de Revillagigedo que, además de estar cerca, geográficamente pertenece a nuestro estado. Tenemos en Revillagigedo un laboratorio natural, lo que es un privilegio”.

Así describió la importancia de este grupo de islas el profesor investigador de la Facultad de Ciencias Marinas de esta casa de estudios, Christian Ortega Ortiz, durante la pasada reunión de investigadores sobre este tema realizada en la UdeC.

“Hacer investigación en otra isla del mundo sería costosísimo y tal vez no se contaría con el apoyo total de la Secretaría de Marina para visitar esas islas, como sí sucede en la actualidad”, agregó.

Conformado por la Isla Socorro (132 kilómetros cuadrados), Isla Clarión (19.8 metros cuadrados), Isla San Benedicto (5.94 kilómetros cuadrados) y la pequeña Isla Roca Partida, el Archipiélago de Revillagigedo recibió la visita de estudiantes universitarios y del profesor Christian Ortiz en dos ocasiones, 2014 y 2017, para hacer estudios preliminares.

“Esta parte de la costa continental (Michoacán, Colima y Jalisco) que colinda con el archipiélago, despierta mucho interés al hacer investigación debido al amplio desarrollo, tránsito marino y contaminación que, en estas islas, no hay”, señaló Ortega Ruiz.

El experto en Ecología de mamíferos marinos habló de las cuatro investigaciones preliminares que se vinculan con el archipiélago: 1) La distribución de lobos marinos vistos en la costa; “creemos que se han dispersado en las otras islas”, informó; 2) Las ballenas jorobadas; “suponemos que los individuos vistos por medio de foto-identificación pueden estar dispersándose en las islas, y que una de ellas puede ser la Socorro”.

De igual manera, continuó, 3) Se realiza un estudio referente a la acústica que produce la ballena jorobada para reproducirse; “evaluamos sus sonidos en la costa y en las islas. Pensamos que los cantos de los machos se afectan en la cosa porque hay más ruido, mientras que en las islas esto no sucedería”, explicó Ortega Ortiz.

“Tenemos un registro en costa y el trabajo en las islas nos permitirá mostrar que los cantos cambian por el ruido de los barcos. Además, disponemos de evidencias de una ballena macho que canta para atraer a la hembra o competir con otros machos, pero pasa un barco con un sonido tremendo y deja de cantar. Son pocas evidencias todavía”, lamentó el investigador.

El último trabajo es sobre Enfermedades en la piel, abundó el profesor Ortega Ortiz. Con las fotos de las ballenas, continuó, “podemos analizar las marcas que tienen, algunas de las cuales se asocian con virus o bacterias”. Ante esto, señaló que posiblemente los sitios más contaminados originan este problema.

Christian Ortiz detalló que las visitas realizadas duraron seis días cada una y que no hay publicaciones ni tesis concluidas; también dijo que sobre el tema de la costa sí han publicado tesis de licenciatura y maestría, artículos de investigación, capítulos de libros y proyectos con apoyo de la iniciativa privada y fondos externos.

Por último, señaló que en la costa de Manzanillo realizan actividades de divulgación sobre estos temas, y adelantó que organizarán una tercera visita para continuar con sus investigaciones y hallazgos.