Sábado, 21 de Octubre de 2017

*El músico dijo que podía dedicar su vida a imitar a cualquier músico consolidado, dominar músicas del mundo u otros géneros, pero que con esto no trascendería, ya que se hubiera sumado a la larga lista de contrabajistas que hay en Estados Unidos y Europa.

Una clase para reflexionar sobre el camino profesional y la identidad en la música, fue la que impartió contrabajista mexicano Vico Díaz, quien estuvo acompañado con sus compañeros del Grupo “Toktli”.

Denominada “Exposición de otros géneros musicales a través de su raíz”, la plática fue la segunda actividad de formación de públicos del Jazz en aula, dentro del V Festival Internacional de Colima Jazz que organizan conjuntamente la Dirección General de Radio de la Universidad de Colima y la Secretaría de Cultura.

En un aula de la Escuela de Música del Instituto Universitario de Bellas Artes (IUBA), Vico Díaz platicó con estudiantes sobre cómo llegó su “epifanía”. Así la llamó, y también compartió por qué eligió regresar a sus raíces: la música tradicional mexicana enfocada en el Jazz.

Dijo que lo confrontó el hecho de que podía dedicar su vida a imitar a cualquier músico consolidado, dominar las músicas del mundo u otros géneros, pero que con esto no trascendería, ya que se hubiera sumado a la larga lista de contrabajistas que hay en Estados Unidos y Europa.

Compartió que, al tocar la guitarra “la leona” sintió la autenticidad del instrumento, por lo que decidió dedicarse a rescatar este tipo de música. Ahora Vico Díaz, que estudió composición en la Universidad de Boston hace 15 años, se encuentra entregado a la música mexicana, al son jarocho y al son de occidente.

Él reconoce y promueve la jarana, la leona y el requinto como instrumentos que pueden integrarse con un bajo marca “Fender” y otros instrumentos de marcas famosísimas, para resaltar lo regional, sin un ánimo de ser nacionalista. “Muchos músicos coincidimos en rescatar la música mexicana y presentarla de manera formal, como se hace con la clásica”, dijo.

Junto con Jacinto Stephens (guitarra de son), Jahaziel Arrocha (saxofón), Andrés Márquez (batería), Kamál González (Jarana y versador) y Pibe Árcega (armónica), interpretaron “El son guacamaya”, mientras que el versador Kamál terminó con una improvisación sobre el V Festival Internacional de Colima Jazz.

“Es un son en el cual la guitarra le declara su amor a la jarana”, explicó Kamál González para ilustrar la interacción de ambos instrumentos. Y así improvisaron unas coplas: “Es tan grata esta reunión / con los versos tan constantes / porque ahora los estudiantes / alegran su corazón. / Contentos en el salón / muy de colores me pinto / porque el verso no es extinto / de forma tan eficaz / en el Festival de Jazz con jarana y requinto”.

Por último, los estudiantes preguntaron a los cantantes sobre cómo fueron sus trayectorias personales en la música, cómo afrontar las exigencias académicas ante sentimientos como la libertad y la pasión, y quienes llevaron instrumentos, realizaron un ejercicio de improvisación después de guardar silencio y tratar de imitar las gotas de lluvia.