Viernes, 20 de Octubre de 2017

*“Aprendimos la función social que no viene en ningún libro: escuchar y tener las palabras adecuadas para explicar a las personas lo que pasaba con sus casas”, dijeron los jóvenes tras su regreso de Morelos, donde evaluaron los daños del sismo.

El sismo del pasado 19 de septiembre no sólo marco la vida de los habitantes de las ciudades de Morelos, Puebla, Tlaxcala y México, sino de los cientos de ciudadanos que ayudaron en las labores de rescate, evaluación y reconstrucción.

Un grupo de ellos fue el de los estudiantes, egresados y profesores de la Facultad de Ingeniería Civil (FIC) de la Universidad de Colima, que ayudaron en la etapa de evaluación de las viviendas dañadas en distintas comunidades de la ciudad de Morelos, y en días pasados compartieron en el campus Coquimatlán sus experiencias en este trabajo.

Durante su estancia, aplicaron las lecciones de clases y aprendieron otras en el transcurso de los días, justo en el campo de acción de los ingenieros civiles y topógrafos.

Algunas veces manifestaron temor al no poder explicarles, a quienes por años habitaron una casa, que ya no podrían entrar en ella o vivieron la indignación de ver viviendas colapsadas por errores de cálculo, compartieron.

Antes del viaje, maestros, estudiantes y profesionistas se capacitaron durante un par de días, y tomaron sus herramientas, las básicas y las más sofisticadas, para ayudar en esta tarea de análisis y evaluación de daños. Los jóvenes se mostraron dispuestos a ayudar.

“Aprendimos la función social que no viene en ningún libro: escuchar y tener las palabras adecuadas para explicar a las personas lo que pasaba con sus casas; nunca estuvimos solos, siempre tuvieron un taco para nosotros”, dijo un estudiante.

Durante su estancia, estudiantes y egresados aplicaron los conocimientos obtenidos en clases y, además, rescatan esta experiencia en dos sentidos. Primero, “el compromiso social con el país y no lo que demuestran los políticos”, dijo Luis Omar Chávez.

El segundo: “Que a pesar de los conocimientos, algunos de quienes se dedican a la construcción pasan por alto medidas de seguridad y reglas básicas que se aprenden en el aula. Por ejemplo, durante el levantamiento de daños encontramos viviendas sin columnas, mamposterías de piedra, construcciones sin refuerzos, entre otras irregularidades”, agregó.

Otra alumna regreso con la siguiente reflexión: “¿Dónde están los reglamentos y los mapas de riesgos? Lo triste es que quienes construyeron estas casas también estudiaron; sin embargo, pasaron por alto mucho de lo que vemos en clases y quizás alguno de nosotros pueda caer en los mismo”.

Finalmente, Jesús López de la Cruz dijo que una de las cosas que más deben preocupar “es que muchas de las viviendas y puentes se construirán en el mismo lugar; se sabe que hay un riesgo, a pesar de lo cual se harán estas construcciones de nuevo”.

Este encuentro para compartir lo vivido fue promovido por el director de la FIC, Rosendo Sánchez Velasco, para que el resto de estudiantes pueda aprender también de la experiencia de sus compañeros y maestros.